lunes, 28 de noviembre de 2016

Tercera tarea

¡Buenos días! Hoy os traigo un cuento navideño, ya que se acercan las navidades y las reuniones familiares, así podéis contarle algo nuevos a vuestras familias.

La navidad de los Minions

Erase una vez, una nevada tarde de invierno, en la que los niños jugaban a tirarse bolas de nieve, se tiraban con los trineos por las colinas, hacían muñecos de nieve... Pero lo que más llamaba la atención de esa imagen navideña eran los Minions, que se movían en grupo e iban animando a la gente con sus villancicos.


Cuando llegó la noche, Kevín, uno de los minions más pequeños se acercó a Gru, su amigo y compañero de piso, para preguntarle algunas dudas que tenía sobre la navidad.
  • Kevin: ¿Qué estas haciendo? - preguntó al entrar a la habitación donde estaba Gru maquinando su próximo acto malvado.
  • Gru: -se asustó de la entrada tan repentina de su compañero, y no hizo caso a su pregunta para no desvelar sus planes- Mmmm esto... ¿Qué haces levantado a estas horas Kevín? Hace rato que te fuiste con Stuart a vuestra habitación.
  • Kevin: Pues es que no puedo dormir, he estado pensando en la llegada de Papá Noel y como es la primera navidad que paso aquí no sé si va a encontrarme y va a poder traerme los regalos que le pedí.
  • Gru: -asombrado por la preocupación del pequeño minion, le contesto- ¿Eso es lo que te preocupa? 
  • Kevin: -sonrojado asintiendo con la cabeza dijo- si.
  • Gru: Pues entonces puedes dormir tranquilo, Papá Noel sabe donde vive cada persona, aunque se muden a otra parte del mundo. Pero ten en cuenta que la navidad no es sólo regalos, es estar con tus amigos, tu familia... Dicho esto, y solucionado tus dudas vete a dormir que sino mañana vas a estar muy cansado.
Kevin hizo caso a Gru y se fue a dormir, pero no dejaba de darle vueltas a lo que le había dicho su amigo, que la navidad no sólo eran regalos... Así que se le ocurrió una brillante idea, decorar todo el salón para cuando todos se despertaran se contagiaran del espíritu navideño.

Decoró el árbol de navidad, puso guirnaldas por el techo, y puso los calcetines de todos y cada uno de los minions, y otros más grandes para Gru, Margo, Edith, Agnes y el Dr. Nefario. 

A la mañana siguiente, cuando todos se despertaron y vieron la decoración se alegraron tanto que se animaron a montar una fiesta la mañana de antes de la navidad.

En mitad de la fiesta, Gru se le acercó y le dijo:
  • Gru: ¿Ves la alegría de todos? Esto es lo que verdaderamente importa, que los que te rodean y tú seáis felices.
  • Kevin: Tienes razón Gru, ayer lo estuve pensando y realmente me da igual no tener muchos regalos, y por si no nos encontraba Papá Noel pensé en regalaros algo mucho mejor que una bicicleta o un mp3, ¡Un día todos juntos!
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.


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